Escuchar Empáticamente es una mezcla de destrezas y conciencia de comunicación que
podemos usar cuando realmente queremos conectarnos de manera genuina. Por ejemplo,
Se podría utilizar para dar un aplauso, cuando alguien logra una victoria o para ayudar a
descubrir lo que realmente le está sucediendo. Y como resultado nos queda una
sensación de mayor conexión, alivio, y alegría.
¿Alguna vez te has sentido realmente emocionada por algo y luego decepcionada por la
respuesta que recibiste? Por ejemplo, si dices, “¡Por fin pude pagar mi tarjeta de crédito!”
quizás una amiga te ofrece una respuesta superficial como: “¿y qué importa?, ¡volverás a
endeudarte dentro de poco! o, en un esfuerzo fallido de celebrar contigo, quizás sin
pensarlo, dirige el tema, hacia sí misma, “¡Felicidades! Yo logré eso hace dos años.”
Con empatía, sin embargo, como el enfoque se mantiene sobre la persona que está
hablando, se disfruta durante más tiempo. Si la respuesta de tu amiga fuera, “¡Vaya, me
imagino que debes sentir un gran alivio!” podrías sentirte más alentada a continuar. “Sí,
algunas veces siento que me estoy hundiendo en deudas.”
Una persona que escucha empáticamente se queda contigo hasta que la conversación
esté completa: “Parece que a veces te has sentido muy desesperado. Me imagino que
has estado anhelando empezar de cero.”
Podrías responder: “Exactamente. Necesito empezar a ahorrar en vez de siempre estar
viviendo a la deriva.”
La persona que te escucha podría contestar. “Me imagino que lo que te gustaría es tener
mayor estabilidad económica”
“¡Precisamente!”.
¿Te das cuenta de lo diferente que es escuchar de esta forma?
Cuando el enfoque está verdaderamente en la persona que está hablando, las dos
personas tienen una experiencia más profunda, más significativa. La comunicación se
convierte en una exploración mutua. En vez de hacerle algo “PARA” a la persona,
hacemos algo “CON” ella.
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